Entrevista con Marva Griffin y Teresa Mulet

VENEZOLANA ABRE LA PUERTA AL DISEÑO
"Mi idea es traer a los mejores creadores del mundo en materia de diseño para que dicten cursos o talleres". Marva Griffin

EL UNIVERSAL. 26.07.2007


CON INFORMACIÓN DE DUBRASKA FALCÓN

Se ha consagrado como la ciudad de la moda. Pero es alejada de los reflectores de las pasarelas cuando Milán brilla más. No son las esbeltas modelos y, mucho menos, los grandes modistos los que hacen que el mundo vuelque sus ojos a la ciudad italiana. Para nada. Más bien, es la arquitectura y el diseño de muebles lo que hace que durante una semana Italia se convierta en la capital del mundo.

La responsable de este hecho es una venezolana. Se trata de Marva Griffin Wilshire, quien desde hace 10 años se encarga del Salón Satélite de Milán, que reúne a los jóvenes diseñadores de muebles del mundo entero, quienes presentan sus piezas para que sean vistas y -en el mejor de los casos- adquiridas por la industria del mueble.

"Desde hace más de 10 años surgió una exigencia dentro del marco del Salón Internacional del Mueble que se celebra desde hace 47 años en Milán: los jóvenes diseñadores no tenían donde presentar sus prototipos para los empresarios industriales y productores masivos", explica la también curadora.

En el Salón Internacional del Mueble que se celebra anualmente en Milán se presentan más de 2500 diseñadores reconocidos mundialmente para exponer sus nuevas piezas. Pero, aunque de fama se trate, ellos no son precisamente la sensación de la urbe italiana. Las novedades y tendencias desde hace 10 años las marca el Salón Satélite.

-¿De qué se trata el Salón Satélite de Milán?

-En 1998 se tomó la decisión de crear un evento exclusivamente para los jóvenes diseñadores, quienes logran participar en el salón después de una severa selección de más de 800 diseñadores. Es adentro cuando ellos presentan sus piezas a las más importantes industrias y productores masivos de muebles. Los fabricantes evalúan, durante los seis días que dura el salón, cuáles son los modelos que más les gusten. Los adquieren y son producidos por ellos de forma masiva.

-¿Cuáles son los requisitos para que los jóvenes se puedan presentar en abril de cada año en el Salón?

-Lo primero, es que tienen que ser jóvenes diseñadores. Segundo, deben de presentar los bocetos de sus diseños hechos por ellos mismo. Tercero, los diseñadores tienen que hacer con sus manos la pieza que van a presentar en el salón. Cuarto, el diseño tiene que ser una pieza inédita para el salón satélite. Y quinto, debe estar a la venta.

-¿Cómo se realiza la selección de los participantes?

-Cada año se invitan a 10 personalidades del mundo del diseño de muebles para que nos ayuden a seleccionar los jóvenes que van a exponer en el salón. Entre ellos siempre incluimos: periodistas, curadores, arquitectos reconocidos y expertos en el marketing de muebles. Todos nos sentamos a evaluar las fotografías que nos deben enviar entre el 01 de marzo y el 31 de agosto. De 800 personas se sacan entre 400 a 300 personas. Los jóvenes que sean seleccionados tienen la oportunidad de presentar sus diseños en el Salón Satélite durante tres años.

Sin mucha bulla

Pero aunque la batuta sea llevada por una venezolana, lamentablemente, según Griffin Wilshire sólamente una venezolana ha podido exhibir su muestra en la codiciada plaza.

La afortunada fue la reconocida diseñadora gráfica Teresa Mulet, quien participó en abril de este año en la edición número 10 del Salón Satélite. "Yo lleve una propuesta denominada "tipo útil". Allí plantee que se puede partir de un sistema tipográfico para crear una familia de objetos utilitarios", explica.

Según Mulet -que tuvo la oportunidad de vivir por siete años en Italia- los diseñadores venezolanos tienen que dedicarse a trabajar y a proponer. "La idea es llegar al salón y aprender del coraje que te enseñan los demás diseñadores".

La diseñadora logró triunfar en el Salón. "Con el hecho de estar exponiendo en el Salón Satélite de Milán ya es un premio. Sin embargo, son los empresarios los que le otorgan a cada joven la confianza de producir sus piezas. Después del Salón me contrataron para realizar la señalización de dos hoteles: uno en la Toscana y otro en Hamburgo", comenta Mulet.

A lo venezolano

Pero la creadora del Salón Satélite no pierde las esperanzas que dentro de poco sean precisamente los venezolanos quienes marquen la tendencia de este evento.

"Yo tengo un gran sueño para los diseñadores venezolanos y Latinoamérica: la idea es traer a los grandes creadores del mundo del diseño a Venezuela para que dicten cursos o talleres. Lo que quiero es que de verdad se formen diseñadores en Venezuela", apunta Griffin.

-¿Cuál cree usted que es la causa del ausentismo de venezolanos en el evento?

-En Italia los empresarios son fundamentales para el desarrollo del los diseñadores. No importa lo pequeña que sea la empresa, ellos buscan diseñadores de verdad. Sin embargo, en Venezuela se copian las diseños extranjeros, sin darle oportunidad al talento venezolano.

-¿El problema es el apoyo de la empresa privada?

-Sí y no. Acá tenemos tantos medios de expresión. Tenemos la materia prima para realizar cosas maravillosas. Pero no hay diseño. No hay formación de diseñador. Yo estoy totalmente convencida del talento creativo que tienen los diseñadores venezolanos. Al salón siempre asisten escuela de diseños. Por Venezuela en una ocasión fue el Departamente de Diseño de la Universidad de Los Andes. Ellos lograron, con esfuerzo, brillar.

Griffin y Mulet dictarán este jueves, a las 3:00 pm, una conferencia sobre el salón Satélite en los espacios del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas.

http://www.eluniversal.com/2007/07/26/ccs_art_venezolana-abre-la-p_376475.shtml